El rosa es un color que funciona perfectamente en la decoración de estilo nórdico, en ambientes con glamour, espacios minimalistas, estancias con aire pop o habitaciones románticas y delicadas. Desde paredes hasta piezas principales o accesorios. Lámparas, cuadros, cojines, ropa de cama o vajillas se rinden a su encanto, conscientes de su poder y de su capacidad de transformación.